UNA RELACIÓN DE ALTIBAJOS

Carlos de Inglaterra vs Guillermo de Gales: tensa calma tras años de fuertes tempestades

Guillermo de Gales
El príncipe Guillermo y el rey Carlos. / Gtres
  • Andrea Mori
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A día de hoy, nadie cuestiona la relación entre Carlos de Inglaterra y su hijo mayor, el príncipe de Gales. Guillermo fue el único de los miembros de la Familia Real que juró lealtad a su padre en su coronación y un día más tarde, en el concierto que se organizó en el Castillo de Windsor, el príncipe de Gales consiguió emocionar al monarca con unas sentidas palabras que eran la muestra clara de la buena sintonía entre ambos y de que el príncipe Enrique es el único verso suelto de la familia más directa del monarca.

Imágenes oficiales del rey Carlos y la reina Camila en su Coronación. / Gtres

Imágenes oficiales del rey Carlos y la reina Camila en su Coronación. / Gtres

Aunque en realidad es cierto que el duque de Sussex se ha mostrado muy crítico con la institución y no ha dudado en avivar la polémica tanto sobre su hermano mayor como sobre la nueva reina -consorte para muchos, no tanto para otros-, la realidad es que Enrique nunca ha arremetido directamente contra su padre, a pesar de que la relación entre ambos está en la cuerda floja, por motivos más que obvios.

En los últimos meses se ha hablado mucho de la complicidad entre Carlos y Guillermo, y el gran apoyo que supone el príncipe de Gales para el soberano, sobre todo, en un momento en el que los dardos de Enrique son una constante amenaza para el futuro de la Corona. Sin embargo, la realidad es que la relación entre el jefe del Estado y su heredero no siempre ha sido tan cordial.

Carlos

Coronación de Carlos III en Londres. / Gtres

Aunque hoy Carlos es un padre bastante afectuoso -un abuelo cariñoso, de hecho-, durante los primeros años de la vida de sus hijos y de sus nietos, el entonces príncipe de Gales estaba bastante ausente. De hecho, el propio Guillermo llegó a reprochárselo públicamente en una entrevista con motivo del 70 cumpleaños del nuevo monarca.

Unas palabras por parte del heredero que, a tenor del cambio de actitud en Carlos, calaron hondo en él: «Me gustaría que tuviera más tiempo para estar con los niños… Para jugar con ellos. Cuando está con ellos, es una persona brillante, pero necesitamos estar con él lo más posible», dijo entonces el príncipe de Gales.

Coronación de Carlos III en Londres. / Gtres

El príncipe Guillermo, a diferencia de su hermano, creció con la losa de la Corona sobre sus hombros. Él siempre supo, al igual que su hijo mayor, Jorge, que el destino le tenía reservado un papel esencial en el curso de la historia, pero mientras que él se vuelca constantemente en que sus hijos tengan una vida normal, en el caso de los hijos de Carlos y Diana, la normalidad no fue precisamente una constante en la vida de Guillermo y Enrique. Guillermo fue testigo de los problemas en el matrimonio de sus padres desde que era muy pequeño y a esto hay que sumar que la muerte de su madre y la relación de su padre con Camila Parker Bowles tuvo un fuerte impacto sobre él. Por este motivo, entre padre e hijo, hubo una época en la que la tensión era una constante.

Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con Enrique, entre Carlos y Guillermo siempre ha habido un vínculo que tiene relación con el deber: ambos sienten el peso del compromiso con la institución que, como siempre dijo la Reina Isabel, ha de estar por encima de cualquier cosa. Por eso, no han dudado en hacer un frente común ante cualquier amenaza a la supervivencia de la Corona, por encima de cualquier cosa.

Guillermo

El príncipe Guillermo y el rey Carlos juntos en una imagen de archivo. / Gtres

Una relación de altibajos

Aunque a día de hoy Carlos y Guillermo son un tándem perfectamente coordinado, lo cierto es que, tras la muerte de Diana, el papel del monarca fue muy cuestionado. No obstante, el hijo mayor de la Reina Isabel que, durante una etapa fue un padre ausente, apostó por volcarse en sus dos hijos e incluso se los llevó a su refugio en Highgrove, para pasar juntos el duelo. Fue una etapa fundamental en la relación de Carlos y sus hijos.

De hecho, el monarca que, según la escritora Penny Junor, le había hablado a sus hijos abiertamente de la relación con Camila, respetó en todo momento sus tiempos. Ni Guillermo ni Enrique quisieron conocer a la novia de su padre, aunque un año después de la muerte de Diana, fue el propio Carlos el que le pidió a su hijo que diera un paso al frente. El actual príncipe de Gales finalmente se sintió feliz de que su padre sonriera de nuevo.

Dos caracteres diferentes

Aunque el príncipe Guillermo y su padre tienen un compromiso común, sus caracteres son muy diferentes. De hecho, hubo un tiempo en el que Carlos estuvo profundamente preocupado por el hecho de que su hijo no tuviera claro su destino. Es más, se sabe que en su etapa adolescente, el actual heredero dudaba en afrontar el papel que le tocaba y por eso, le dejaron desarrollar su carrera en la Royal Air Force y como piloto de ambulancias hasta que estuvo preparado.

Guillermo

El príncipe Guillermo y el rey Carlos juntos en una imagen de archivo. / Gtres

A día de hoy, nadie duda de que el príncipe de Gales encarna a la perfección el rol que le corresponde. Es más, para muchos, son precisamente, Catalina y Guillermo los que deberían ocupar el trono. Su carácter conciliador y su capacidad para empatizar con la gente contrastan con el temperamento a veces complicado de su padre que, seguramente, tiene una sensación agridulce entre el orgullo y los ‘celos’.

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